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domingo, 18 de abril de 2010

Trabajar la espontaneidad

La espontaneidad es en sí misma una característica favorable a la creatividad. Sin embargo aunque parezca contradictorio es necesario trabajarla para conseguir resultados.

Para entender esto utilizamos el ejemplo de los Haikus:

Los Haikus son poemas japoneses muy breves, de tan solo 3 versos los cuales deben seguir una regla métrica que consiste en lo siguiente:

El primer verso debe estar formado por un total de 5 sílabas, el segundo debe contener 7 sílabas y el tercero de nuevo 5.



Además de esto, los Haikus tradicionales deben tratar sobre la naturaleza y consisten en plasmar de forma espontánea una impresión. Buscan describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente pero sin intervenir la subjetividad humana, el sentimiento propio.

" Sobre la rama
seca
un cuervo se ha posado;
tarde de otoño. " (Bashoo)

Se caracterizan por su sencillez, su austeridad y su aparente naturalidad.

Sin embargo, el requerimiento de un número de silabas concreto, dificulta al profano el poder escribir un haiku con esa rapidez y naturalidad que requiere. Es aquí donde entra el trabajo de la espontaneidad ya que para poder seguir unas normas es necesario adquirir un hábito, puesto que los hábitos hacen más sencilla y agradable una tarea o acción.

Adquirir hábitos es sinónimo de adquirir competencias y esto ayuda a evitar frenos a la creatividad y la espontaneidad, como pueden ser el hecho de no dominar algo técnicamente.

Otro buen ejemplo de esta situación es el Jazz, que requiere un gran manejo de la técnica para poder improvisar.

Relacionado con los Haikus podemos ver en Mario Benedetti un ejemplo de creatividad a través de la transferencia entre unos y otros modelos. Benedetti escribió Haikus pero relacionados con el ser humano, no tanto con la naturaleza.

"puedo morirme,
no acepto que muera

la humanidad" (M. Benedetti)

Nosotros intentamos ejercitarlo durante la clase escribiendo Haikus uno detrás de otro. Cuanto antes asumas mentalmente la mecánica, conseguirás tener la fluidez que te permita plasmar el instante.

Los siguientes Haikus son algunos de los que se me ocurrieron durante esa clase:

letra tras letra
se emborronan hojas
de pensamientos


fea luz gris
olvídate ya de mi
largo de aquí


abre y cierra
como tal cremallera
mis mil recuerdos




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